Distorsión Cognitiva: Etiquetado y Etiquetado Incorrecto

Spread the love

Distorsión Cognitiva: Etiquetado y Etiquetado Incorrecto

¿Qué es: Etiquetado y Etiquetado Incorrecto?

Etiquetar y etiquetar incorrectamente es una distorsión cognitiva que toma un solo comportamiento, error o defecto y lo utiliza para definir la totalidad de una persona, generalmente a sí misma o a los demás. En lugar de decir “Cometí un error”, decimos “Soy un fracaso”. En lugar de decir “Fueron crueles”, decimos “Son malvados”. Esto simplifica excesivamente a las personas y las situaciones en categorías rígidas que ya tenemos formadas en nuestra mente.

Distorsión en la Vida Real:

Veamos algunos ejemplos de cómo esta distorsión puede manifestarse en situaciones de la vida real.

  • Estudiante de preparatoria: Etiqueta a otros grupos de estudiantes en la escuela, deportistas, frikis, etc. Luego se niega a conectar con personas que ya considera desagradables. Bloquea su propia capacidad de hacer amigos y aprender cosas nuevas.
  • Padre/Madre: No puede llevar a sus hijos a las clases de piano que quieren tomar por el trabajo y luego se etiqueta a sí mismo como un padre/madre pésimo/a. Luego empieza a sobrecompensar y le da al niño todo lo que quiere.
  • Empleado/a: No lo eligen para un proyecto de trabajo en grupo y piensa: “No valgo nada”. Se retrae y tiene un rendimiento inferior al esperado, reforzando la mentira.

Etiquetar convierte la identidad en una sentencia de prisión: una donde el crecimiento es imposible y la vergüenza está garantizada. Ignora el contexto, borra la gracia y olvida que las personas son dinámicas, no estáticas.

Una profecía autocumplida

Cuando etiquetamos mal a los demás, endurecemos nuestro corazón. Dejamos de buscar comprensión. Encasillamos a las personas y les cerramos la tapa.

Cuando nos etiquetamos mal a nosotros mismos, nos encogemos bajo el peso de falsas definiciones: nos llamamos lo que el enemigo quiere que seamos, no lo que Dios nos creó para ser.

Una joven reprueba un examen e inmediatamente dice: “Soy una idiota”. Su amiga olvida su cumpleaños y ella responde: “Nadie se preocupa por mí”. En el trabajo, su jefe la critica constructivamente y ella dice: “Me odia”.

Cada etiqueta se le graba en el espíritu como un tatuaje; no escrito por Dios, sino por el enemigo.

Con el tiempo, deja de intentarlo. ¿Para qué intentarlo cuando ya eres “estúpida”, “no amada” y “odiada”? Estas etiquetas se convierten en una profecía autocumplida. Pero ninguna de ellas fue cierta. Creía más en sus pensamientos que en la verdad de Dios.

La verdad de Dios/Respuesta bíblica

Esta distorsión es una táctica maestra del enemigo: usa el poder del lenguaje para atraparnos en mentiras. Es una falsificación de lo que Dios hace: nos llama por nuestro nombre y da vida a nuestra identidad. El enemigo usa etiquetas para crear prisiones emocionales, atando a las personas a la vergüenza, la ira y el aislamiento.

Cuando dices: “Soy perezoso”, en lugar de: “Tuve dificultades con la motivación esta semana”, estás reescribiendo tu identidad basándote en un momento, no en una realidad. Esto te roba la misericordia de Dios y contradice quién Él dice que eres.

Romanos 8:1 – “Ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús.”

Isaías 43:1 – “No temas, porque yo te redimí; te puse nombre; eres mío.”

2 Corintios 5:17 – “Si alguno está en Cristo, nueva creación es; lo viejo pasó; he aquí lo nuevo.”

Dios nunca te etiqueta por tu peor día. No te llama perezoso, inútil, indigno de amor ni un fracaso. Te llama suyo.

Herramientas de sanación y prácticas de reflexión

  • Identifica la mentira, reemplaza la etiqueta: “Soy un fracaso.” → “Tuve un día difícil, pero todavía estoy aprendiendo.”
  • Comprobación de contexto: ¿Fue un patrón o un momento? ¿Cuál es la imagen completa?
  • Identidad en Cristo: Haz una lista de verdades bíblicas sobre quién dice Dios que eres.
  • Habla de vida en voz alta: Cada vez que te etiqueten, di en voz alta: «Yo no soy así».
  • Perdónate a ti mismo y a los demás: La gracia rompe el poder de las etiquetas dañinas.

No eres lo que te pasó. No eres lo que hiciste. No eres lo que otros dijeron. Eres lo que Dios ha dicho.

Conectémonos

¿Te has sorprendido insultando, incluso en silencio? ¿Se te ha pegado una etiqueta que Dios nunca te puso? Hablemos de ello. No estás solo. Y esta vez, la historia puede terminar diferente.


Spread the love

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *

en_USEnglish